Placer
El día húmedo y gris anunciaba la tormenta de agua y viento que vendría diez minutos antes de llegar al departamento pero jamás podría haber anticipado los sucesos de aquella tarde. Íbamos caminando por la calle cuando se sintieron caer las primeras gotas. Apuramos el paso creyendo que podríamos llegar intactos pero al aguacero nos dejo completamente mojados. Esperando el ascensor veía las gotas cayendo por el pelo, la cara y el cuello. Sus ojos celestes brillantes y translucidos tenían una mirada aun mas intensa que la tormenta que se había desatado afuera. Apreté el botón del piso correspondiente pero un corte de energía nos dejaría varados en las alturas, colgados de un cable de acero. Decidimos sacarnos la ropa mojada pero verlo en bóxer me hacía temblar más que el mismísimo frío. La temperatura no daba tregua y el corte podría durar horas así que nos abrazamos para mantener el calor corporal. Estaba tan cansado que dejo caer su cabeza sobre mi hombro sin tener en cuenta qu