London illusion
Me parece oportuno señalar algunas cuestiones para
comprender este relato.
Partiendo del "Día 0" hasta el "Día 25 - EL FIN", quien lea va a encontrar un registro emocional de lo que fui viviendo durante toda esta experiencia. La numeración va en función de los días que necesité para ir descargando y desentrañando toda la hazaña. Los días más importantes tienen una referencia que acompaña. Ej.: "Día 15 - El momento clave".
Es importante que el lector tenga en cuenta que ésta es solo una versión de la historia y que, si bien los hechos no varían, si puede cambiar la interpretación de los mismos. Además, cabe destacar que todas las publicaciones tienen un contexto emocional que acompaña al relato que resulta importante para poder entender desde qué punto está hecho. No es mi intención exponer a nadie ni fomentar ningún tipo de juicio de valor.
Gracias.
RobertinoGio
Partiendo del "Día 0" hasta el "Día 25 - EL FIN", quien lea va a encontrar un registro emocional de lo que fui viviendo durante toda esta experiencia. La numeración va en función de los días que necesité para ir descargando y desentrañando toda la hazaña. Los días más importantes tienen una referencia que acompaña. Ej.: "Día 15 - El momento clave".
Es importante que el lector tenga en cuenta que ésta es solo una versión de la historia y que, si bien los hechos no varían, si puede cambiar la interpretación de los mismos. Además, cabe destacar que todas las publicaciones tienen un contexto emocional que acompaña al relato que resulta importante para poder entender desde qué punto está hecho. No es mi intención exponer a nadie ni fomentar ningún tipo de juicio de valor.
Gracias.
RobertinoGio
Aún sabiendo que no era posible decidí tentar al
destino: seleccioné las opciones correspondientes, ingresé los números del
plástico y acepté las condiciones. Engañarme al comprar el pasaje sabiendo que no tenía límite disponible para hacerlo me lleno de una alegría ficticia. Solo se trataba de tentar la suerte.
No fue sino hasta que me llego la confirmación del vuelo que supe que quizás
estaba cometiendo lo que otros llamarían una locura. Pero no. No para mí. Solo se
trataba de adrenalina y romanticismo. Era la felicidad pura,
la sonrisa, las ganas de gritar. Era una mezcla entre querer contarle a todo el
mundo y al mismo tiempo no decir nada. Segurísimo que no tenia limite
disponible para la compra y aun así con el ticket emitido. Ya me veía sentado
en el avión con la idea fija de llegar al hotel, dejar mis cosas e ir hasta
el teatro. No cualquier teatro. No cualquier función. Su función. Su obra. Esa
por la que se fue. Sentarme en el asiento más cercano al escenario solo para
que una vez más, me reconozca entre el público. Eso siempre y cuando dos meses
después y en otro continente pueda creer que soy yo y que estoy ahí. Me vi
esperándolo a la salida del teatro que aún desconozco. Me vi abrazándolo al
borde de las lágrimas y a él totalmente desconcertado preguntándome el porqué
de mi viaje. Acaso no sería obvia la respuesta? ¨Vine a decirte que te
quiero.¨, diría yo. Cuatro vuelos para llegar a Europa a decirle solamente que
lo quiero. Y mientras veía que nos besábamos, recordé que aun faltaba el resto.
Sin hotel. Sin efectivo. Sin permiso laboral. Un secreto guardado. El día cero
de lo que podría ser la historia de mi vida.
Era sabido que una vez alcanzada la cima íbamos a ir
cuesta abajo. Toda la alegría de verme volando, se convirtió en una nube negra
llena de dudas. Escuchar al motivo de tu locura decir que no quiere nada de vos
y que deberías buscarte a alguien que te corresponda no es lo que todo hombre
quiere escuchar. No es lo que nadie quiere escuchar. Cuando las palabras y las
acciones se contradicen, dejamos al otro sumergido en un mar de dudas. Cuando
me acaricias la cabeza y nos besamos, es ahí cuando tengo que decidir si me
quiero aferrar a tus palabras o a tus acciones. A veces solo se trata de ver la
imagen por completo. Quizás es una cuestión de tiempo, quizás se trata de poner
una pausa, quizás se trata de cerrar la historia de una vez por todas o quizás
se trata de jugar la última carta y que sea el destino el que decida nuestro
futuro.
Era sabido que algunos iban a apoyar la idea y otros iban simplemente a decir que estoy loco. Hay personas que se animan a todo y hay quienes no pueden con sus propias vidas. Y en el medio hay de todo y para todos. El que esté libre de culpas que levante la mano. El que se pueda poner como ejemplo que de un paso al frente. A veces solo se trata de experimentar. A veces se trata de descubrir y superar obstáculos. Después de todo estamos para aprender. De lo bueno y de lo malo. Hacerme sentir un enfermo mental no me parece justo. Seguramente hay cosas que no estoy viendo de la misma manera que hay cosas que los demás no verán y no es justo que yo tenga que hacerme cargo de sentimientos que no me corresponden
Era sabido que algunos iban a apoyar la idea y otros iban simplemente a decir que estoy loco. Hay personas que se animan a todo y hay quienes no pueden con sus propias vidas. Y en el medio hay de todo y para todos. El que esté libre de culpas que levante la mano. El que se pueda poner como ejemplo que de un paso al frente. A veces solo se trata de experimentar. A veces se trata de descubrir y superar obstáculos. Después de todo estamos para aprender. De lo bueno y de lo malo. Hacerme sentir un enfermo mental no me parece justo. Seguramente hay cosas que no estoy viendo de la misma manera que hay cosas que los demás no verán y no es justo que yo tenga que hacerme cargo de sentimientos que no me corresponden
Ya desde antes que partieras se sintió el aire de
alivio que estaba necesitando. Fue como dejar caer una mochila llena de
ladrillos. La paz volvió a mi vida casi como si te hubiese superado. Fue como
descubrir una vida escondida. Una vida propia que estaba opacada por tu
presencia. Es sentirse libre aunque sea por breves instantes. Las distintas
escenas hipotéticas no dejan de sucederse en mi mente. Aparecen en cualquier
momento invadiendo mi pensamiento. En todas estamos los dos en lo que sería el momento
clave. Ese instante en el que nos reconocemos el uno al otro, y entendemos el
cuadro completo. Soy yo viajando miles de kilómetros solo para verte. Sos vos
en ese preciso momento en el que captas la situación. Y vuelvo a ser yo
imaginando tu reacción. Algunas veces la escena termina en un beso y otras
termina con una lágrima. Imagino la pregunta clave. Imagino el desenlace. Lo
cierto es que preferiría dejarme sorprender por la experiencia y que sea como
tenga que ser. Una situación única que solo puede tener un final único.
No pasa una semana de tu ausencia y yo ya estoy en la duda. Quiero escribirte, quiero saber como estas, quiero que una vez más me hagas sentir que te importo y al mismo tiempo quisiera no escribirte nunca más. Quisiera acelerar el tiempo hasta el día clave y ver la escena en vivo y en directo
No pasa una semana de tu ausencia y yo ya estoy en la duda. Quiero escribirte, quiero saber como estas, quiero que una vez más me hagas sentir que te importo y al mismo tiempo quisiera no escribirte nunca más. Quisiera acelerar el tiempo hasta el día clave y ver la escena en vivo y en directo
Miedo. Miedo por todos lados. Disipada la neblina rosa
y la magia de actuar por amor solo queda una angustia latente. Te veo en mil
escenas una y otra vez. Todas distintas pero siempre iguales. Quiero
convencerme que va a salir todo bien pero me preparo para lo peor. Me juego la
última carta y apuesto todo para una relación que tal vez esté terminada desde
antes de empezar. Es ver un NOSOTROS donde solo somos VOS y muy lejos YO. En la
ambigüedad de tus mensajes hoy solo veo rechazo. Quiero aferrarme a viejos
momentos creyendo que todo va a cambiar pero sé que quizás sea hora de
enfrentar que todo terminó. Llegar, buscarte, verte, enfrentar el momento
clave, aceptar la realidad y dejarte ir si es necesario. Hoy siento que tengo
que dejarte ir. Hoy siento que lo que para mi puede ser una fantasía romántica
para vos puede ser la peor de las persecuciones. Miles de posibilidades se
barajan en este casino y solo el destino sabe que va a pasar. Pero si hay algo
de lo que estoy seguro es que de mi te vas a acordar para toda la vida.
Y te extraño. Hoy no sé porque pero te extraño. Hoy
quiero tenerte cerca y verte a los ojos. Podría pasar la eternidad y morirme
mirando tus ojos azules. Quiero sentir esa vibración extraña de tenerte cerca.
Quiero sentir como se me acelera el corazón y me quedo sin palabras. Es entrar
en un estado en el que no puedo pensar. O al menos no puedo hacerlo con
claridad. Es la falta total de la palabra. Y no dejo de preguntarme cuanto de
todo esto es real y cuanto vive solamente en mi mente. ¿Que hice yo para
merecer esto?. En qué momento deje de verte como un imposible y me enamore de
vos. ¿Que hiciste para que quiera buscarte hasta el fin del mundo?. Abrazame.
Besame. Quereme. Cuidame. Acariciame y decime que está todo bien. Que siempre
va a estar todo bien. Mirame a los ojos, quedate a mi lado y no te vayas nunca.
¿Cuánto más tengo que dar para recibir algo? Es la impotencia misma del que
sabe que no hay palabras ni acciones para hacer que esa persona tan especial
sienta algo por vos.
DUDA. Una charla profunda conmigo mismo. Una voz interna que no se calla nunca. La pesadez misma de ser. Tu imagen en mi mente. Siempre presente. Casi traumática. Inagotable e inevitable. Un ahogo constante. Una misma situación una y mil veces recurrente y al fin y al cabo siempre la misma pregunta: "¿Que haces acá?" YA QUISIERA YO SABER COMO CONTESTAR ESA PREGUNTA. Ya quisiera yo poder contestarme esa pregunta a mí mismo. ¿Qué voy a hacer ahí? Una locura casi tan grande que se acerca a los límites de la cordura. Un acto tan romántico como extraño e impensado. Es hacer lo que nadie más haría. Es jugarse todo y a todo o nada. Hoy quiero escribirte. Hoy quiero dejar salir la verborragia acumulada. Hoy quiero decirte tanto que no sé qué decirte y por eso no digo nada. Hoy quiero recuperar la felicidad y la ilusión misma de este viaje. Hoy quiero dejar de pensar en todo lo que podría salir mal y enfocarme en lo positivo. Hoy es por mí. Hoy viajo para vivir la experiencia. Hoy viajo para saber que hice más de lo que pude. Hoy pongo en duda cuanto mereces de mí. Hoy me pongo en duda yo
DUDA. Una charla profunda conmigo mismo. Una voz interna que no se calla nunca. La pesadez misma de ser. Tu imagen en mi mente. Siempre presente. Casi traumática. Inagotable e inevitable. Un ahogo constante. Una misma situación una y mil veces recurrente y al fin y al cabo siempre la misma pregunta: "¿Que haces acá?" YA QUISIERA YO SABER COMO CONTESTAR ESA PREGUNTA. Ya quisiera yo poder contestarme esa pregunta a mí mismo. ¿Qué voy a hacer ahí? Una locura casi tan grande que se acerca a los límites de la cordura. Un acto tan romántico como extraño e impensado. Es hacer lo que nadie más haría. Es jugarse todo y a todo o nada. Hoy quiero escribirte. Hoy quiero dejar salir la verborragia acumulada. Hoy quiero decirte tanto que no sé qué decirte y por eso no digo nada. Hoy quiero recuperar la felicidad y la ilusión misma de este viaje. Hoy quiero dejar de pensar en todo lo que podría salir mal y enfocarme en lo positivo. Hoy es por mí. Hoy viajo para vivir la experiencia. Hoy viajo para saber que hice más de lo que pude. Hoy pongo en duda cuanto mereces de mí. Hoy me pongo en duda yo
Daría todo por poder sacarte de mi cabeza. Tenerte
siempre presente es agotador y sofocante. Casi inevitable. Estas lejos. Física
y emocionalmente te siento lejos y te extraño.
En mi mente surge una discusión eterna. Soy yo en un dialogo extraño tratando de convencerte que me quieras, dándote un ultimátum y defendiéndome. Es como si estuviera sacando el escudo antes de llegar a la línea de fuego. Son mil maneras de encarar la misma situación. Quizás el momento clave resulte más fuerte de lo esperado. Quizás el resultado sea tan sorprendente como la situación misma. Quiero ser feliz. Quiero sentir la alegría que sentí la primera vez que nos besamos. Volvamos a ser inocentes. Volvamos a empezar.
En mi mente surge una discusión eterna. Soy yo en un dialogo extraño tratando de convencerte que me quieras, dándote un ultimátum y defendiéndome. Es como si estuviera sacando el escudo antes de llegar a la línea de fuego. Son mil maneras de encarar la misma situación. Quizás el momento clave resulte más fuerte de lo esperado. Quizás el resultado sea tan sorprendente como la situación misma. Quiero ser feliz. Quiero sentir la alegría que sentí la primera vez que nos besamos. Volvamos a ser inocentes. Volvamos a empezar.
Gloriosa primavera que llega para calmar la tormenta
de sentimientos. Aires de paz y calma se están acercando. Ya cansado de pensar
en vos únicamente podría decir que estoy a un paso de mandarte bien a la
mierda. Mentalmente claro está. Cambia la temperatura, el día se alarga y eso
se siente bien… Alegría. Entonces salgo a caminar con mis lentes de sol y mis
auriculares. Pienso, siento y digo… HOY ESTOY FELIZ. Me voy a vivir una
experiencia increíble. Con o sin vos. La vida sigue. La vida siempre sigue
Día 7
¨Y al séptimo día descanso¨. Qué suerte. Porque yo al séptimo día, justo cuando ya estaba pensando que estabas superado… Descubrí que sigo queriéndote y que te extraño. Es como vivir en un sube y baja eterno. Hablamos. Poco pero hablamos. Tus respuestas cortas, casi monosilábicas me molestan. ¿Acaso ya no me querés hablar? ¿Dónde quedaron todas las cosas lindas que alguna vez me dijiste? Ay si solo supieras lo que está por venir. Si solo supieras que cuando hablamos me tiembla todo. No quiero pensar que va a pasar cuando efectivamente te vea cara a cara. Momento difícil si los hay. Mil emociones en un solo segundo se van a suceder en mí y seguramente en vos también. Un mes. Un mes más y mi historia va a tener un desenlace o más bien espero que sea un enlace
¨Y al séptimo día descanso¨. Qué suerte. Porque yo al séptimo día, justo cuando ya estaba pensando que estabas superado… Descubrí que sigo queriéndote y que te extraño. Es como vivir en un sube y baja eterno. Hablamos. Poco pero hablamos. Tus respuestas cortas, casi monosilábicas me molestan. ¿Acaso ya no me querés hablar? ¿Dónde quedaron todas las cosas lindas que alguna vez me dijiste? Ay si solo supieras lo que está por venir. Si solo supieras que cuando hablamos me tiembla todo. No quiero pensar que va a pasar cuando efectivamente te vea cara a cara. Momento difícil si los hay. Mil emociones en un solo segundo se van a suceder en mí y seguramente en vos también. Un mes. Un mes más y mi historia va a tener un desenlace o más bien espero que sea un enlace
Despertar pensando en vos. Vivir pensando en vos.
Dormir pensando en vos. Una secuencia agobiante. No buscábamos nada y nos
encontramos en el camino. No buscábamos nada y te fuiste convirtiendo en el
centro de mi pensamiento. Una discusión eterna en mi mente. Una lucha entre
ilusión y pesimismo. Miles de posibilidades. Miles de preguntas sin respuesta.
Definitivamente jugarse todo implica mucho más de lo que uno imagina. Y uno se
pregunta... ¿lo vale? Si. Si dejamos ir el resultado la experiencia vale
infinitamente. Ir a buscarte. Jugarse por todo o nada. Definir. Vivir. Aceptar.
Dejar ir si es necesario. Seguir viviendo.
Alegría.Y si. ¿Qué más
da? ¿Por qué no estar alegre?. En 22 días voy a estar volando mientras vos te
subís al escenario. Solo 22 días más de verte en todos lados. Es como si tu
presencia se sintiera a flor de piel. 22 días de imaginar una y otra vez el
momento clave. Éstas son las locuras que hacen que uno se sienta vivo.
Me muero de ganas de abrazarte, de agarrarte de la
nuca y darte un beso. Me muero de ganas que me abraces y me acaricies la
cabeza. Me muero de ganas que nos quedemos en silencio mirándonos a los ojos. Ya
sé que debería buscarme UNO y toda la historia…Pero hasta que me guste otro… Voy
a seguir queriéndote a vos. Cada vez falta menos para el día clave y no dejo de
preguntarme como va a ser ese momento. Tu recuerdo me acecha y cuando menos lo
espero se me aparece y ocupa todo mi espacio mental y sentimental. Y como me
dijeron una vez… VAI DOVE TI PORTA IL CUORE. (Ve donde el corazón te lleve)
Faltando 14 días para volar puedo decir que la
ansiedad está al límite. Necesito irme. Una mezcla de sentimientos encontrados
me sofocan. Una gran contienda puesta en marcha en función de alguien que
prácticamente no sabe que existo. Eso es lo que se siente hoy. Invisibilidad.
Vos ahí y yo acá. Vos presente y yo ausente. Al menos por ahora...Un juego
extraño que nos prestamos a jugar y en el que parece que nadie gana. Puede que
esté jugando fuera de las reglas corriendo el riesgo de quedar descalificado.
No me importa. Ya no me importa nada. Todo o nada. Hoy quisiera no haberte
conocido. Y un par de horas más tarde me vuelve el alma al cuerpo con sólo
cruzar algunas palabras con vos.
A veces la palabra justa viene de quien menos te lo
esperas. Y así, un día, de la nada, le llego el turno a mi viejo. Una conexión
padre e hijo que no me esperaba. Claro. No se puede negar que somos la misma
sangre. Después de una charla interesante uno llega a la conclusión que las
cosas en la vida pasan siempre por algo. Quizás lo importante de este viaje no
es el resultado sino, la suma de experiencias que uno va viviendo a lo largo.
Descubrir el soporte incondicional de tu familia y de tus amigos vale mucho más
que la plata y el resultado. Descubrir que en la vida siempre hay que ir para
adelante y que hay que jugársela por lo que uno quiere es infinitamente
valioso. Ahogarse en el vaso de agua es demasiado simple.
Y como siempre… Se acerca el momento clave… NERVIOS. ANSIEDAD. ESPERANZA. Y más...
Y como siempre… Se acerca el momento clave… NERVIOS. ANSIEDAD. ESPERANZA. Y más...
El mismo debate me persigue una y otra vez.
A cuatro días de viajar todo se convierte en una recreación del mismo momento.
Es como tener una obra de teatro en la mente que no para nunca. Los mismos
actores. El mismo decorado. La lucha entre el viaje en si mismo o el viaje por vos.
Casi subiendo al avión y aún sin saber cómo explicarte que voy a estar ahí. Sin
saber cómo acercarme. Cómo te digo que estoy ahí, que viajé por vos y me jugué
todo? ¿Será que la imagen en si misma podría valer más que mil palabras? Acaso ¿debería
aparecer sin previo aviso y que la improvisación sea nuestro libreto o mejor
dejar una vía de escape a tu favor para que no te sientas encerrado? Acaso ¿debería
haber entendido hace rato que no hay nada más que hacer?
Día 14 - Volare
Nadando entre el miedo y la alegría de quien está por
enfrentarse a una situación única me fui hasta Aeroparque. Hice el check inn y
dejé la valija en la cinta. Ya no había vuelta atrás. Estaba ansioso por irme
de una vez por todas. Despegamos rumbo a Iguazú donde tenía que hacer la
primera escala. Bajé del avión solo para hacer migraciones. De ahí volé a Rio
de Janeiro para cambiar de aerolínea. Miraba el reloj y pensaba "Mientras
yo estoy acercándome vos vas a estar en el escenario estrenando la obra de
teatro". Claro, el mismo día que yo viajaba a buscarlo él iba a estrenar!
Mi vuelo de TAP salía un par de horas más tarde así que me quedé paseando. De
Brasil volé a Lisboa, Portugal. Todo parecía dilatar mi llegada. Paseando por
los comercios del aeropuerto me di cuenta que los precios ya estaban en Euros.
Miraba y me sorprendía una y otra vez. Había llegado a Europa. Un vuelo más y estaría
en Londres. Mi ansiedad no daba más así que agarre el celular y le mandé un
mensaje de texto: "¿Tenés tiempo para un café después de la función? ¿Picadilly
Circus te queda cómodo?". Me temblaban las manos. Le estaba dando a
entender que iba a estar ahí. Tenía miedo de lo que pudiera contestarme. No
podía dejar de mirar el teléfono pero al mismo tiempo no quería que me
contestara. Me iba a perder de verle la cara de sorpresa cuando supiera que iba
a estar ahí pero al mismo tiempo estaba midiendo su reacción. Me subí al último
vuelo y no me quedó otra que apagar el celular. Finalmente llegué a Heathrow.
Antes de sacarme el cinturón de seguridad ya tenía el celular encendido pero no
me había contestado nada. Busque mi valija, pasé por migraciones y bajé a la
estación del metro. La línea Picadilly me llevaba hasta el Hostel pero
casualmente en el recorrido, pasaba por la estación donde debía bajar para
llegar al teatro. Cuando el tren freno en esa estación miré para todos lados
como si lo estuviese buscando. Quería bajarme pero estaba con la valija así que
no podía hacer otra cosa que seguir.
Llegar al hotel, dejar las cosas, bañarme y salir a
buscarlo. Desde que pise la ciudad había algo que estaba muy claro. No podía
esperar un solo segundo más para verlo. Estaba en una ciudad desconocida, en un
continente nuevo para mí y lo único que quería hacer era encontrarme con él. Me
puse un chupín rojo, una chomba negra, las Converse que ya sabía que tanto le
gustaban y una campera de cuero por si me sorprendía la fresca londinense.
Llegué al teatro casi como si viviese en esta ciudad de toda la vida. Bajé en
la estación del metro, esa por la que había pasado unas horas antes. Solo
recuerdo que en el camino vi esas típicas casas con entradas de dos escalones y
una puerta con vidrios a los costados.
Llegando al lugar pude sentir el latir del corazón acelerado y la mente diciendo: ESTO ES UNA LOCURA. SALGAMOS DE ACÁ! Había llegado el momento clave y no podía escapar de ninguna manera. El encuentro tan esperado estaba a unos minutos de distancia. Él estaba tan solo a unos metros y en cualquier instante podíamos encontrarnos. Bajé la escalera hasta la puerta de la sala y vi que estaba entrando la gente, mire el reloj y pensé que por estaría por empezar una segunda función. Subí al bar, me pedí una copa de vino y cuando ésta quedo vacía salí a la puerta a fumar un cigarrillo. Me temblaban las manos y no precisamente por el frió. Tenía en el bolsillo un paquete de chicles de menta, saque uno y me lo metí en la boca. A nadie le gusta besar a un fumador y yo ya estaba preparado para que eso pase.
Cuando menos me lo esperaba salió por la puerta principal. Lo vi aparecer adelante mío y me quede duro. Completamente helado. No puedo creer que no le vi la cara de sorpresa cuando se dio cuenta que estaba ahí. Al parecer me vio por una ventana y pensó que había alguien parecido a mí en la puerta hasta que pasé por segunda vez y me reconoció. Totalmente sorprendidos los dos nos abrazamos y yo con un hilo de voz dije ¨Estoy acá. Vine. Recién llego de 27 horas de vuelo”. Pobre inocente que aún no sabía la verdad que se escondía detrás.¨¿Qué querés tomar?¨ me dijo. ¨No sé, agua.¨ le dije. No podía pensar en algo más complejo que eso. Me invito una cerveza, me presento al elenco y dio por sentado que nos iríamos juntos.
A las 11 PM tocaron la campana del bar que indicaba que la última ronda de bebidas tenía que ser ordenada en el momento. La reunión había terminado y cada uno se iba a su casa. Bueno, menos yo que en lugar de volver al hostel me iba a SU casa. Nos perdimos el último tren así que tomamos uno que iba para otro lado y ya sentados en el vagón, nos encontramos enfrentados y agarrados de las manos. Le hice saber que vine hasta acá a buscarlo, me miro y me dijo ¨No puedo creer que estés acá. Estás loco¨. Por un segundo creí que había dejado de respirar y que mi corazón ya no estaba latiendo. Parecía que el tiempo se había detenido en ese momento, ese segundo clave donde un solo gesto de la otra persona puede definirlo todo. Al bajar del tren esperamos el bus en una estación oscura. No había un alma en la calle. Cada vez que lo miraba me preguntaba por adentro ¨¿Cuándo me va a dar un beso?¨. Lo vi guardar el protector labial de cereza en la mochila y pensé ¨Cereza. Mi favorito. Espero que me bese ahora¨. Casi como si me hubiese leído el pensamiento se acercó, lo agarre del cuello y nos besamos. Glorioso momento que confirmaba que todo estaba saliendo como quería. Seguimos camino a su casa, ya en el colectivo de doble piso, solos y sentados en el asiento delantero mirando hacia la calle nos acariciamos en una situación muy romántica. Yo con mi cabeza apoyada en su hombro, me deje llevar por el momento.
Llegados al hogar nos metimos en la habitación. Dejé mi ropa colgada por ahí y me metí en la cama mientras el se bañaba. Cuando volvió agarro la notebook y se puso a hablar con un amigo. Él estaba sentado a mi lado con un bóxer color bordó con elástico blanco de CK y yo estaba a su lado, casi desnudo, escuchando. Terminada la charla dejo la computadora a un costado y le hice masajes en la espalda hasta que se metió debajo del acolchado. Los dos unidos en caricias, abrazos y miradas. Lo escuche decir "mi amor" y me quede helado. No estaba seguro de que lo que estaba pasando era real. No podía creer que después de tanta espera finalmente estaba en Londres, a su lado, tal y como lo había soñado mil veces. Nos quedamos abrazados. Él parecía dormido pero yo no podía pegar un ojo. Cada tanto nos íbamos dando vuelta y aunque estuviéramos des enfrentados, uno siempre acariciaba al otro.
Eventualmente nos quedamos dormidos fundidos en un abrazo casi de cuerpo entero con las piernas entrelazadas y acariciándonos con los pies. Una noche inesperada.
Llegando al lugar pude sentir el latir del corazón acelerado y la mente diciendo: ESTO ES UNA LOCURA. SALGAMOS DE ACÁ! Había llegado el momento clave y no podía escapar de ninguna manera. El encuentro tan esperado estaba a unos minutos de distancia. Él estaba tan solo a unos metros y en cualquier instante podíamos encontrarnos. Bajé la escalera hasta la puerta de la sala y vi que estaba entrando la gente, mire el reloj y pensé que por estaría por empezar una segunda función. Subí al bar, me pedí una copa de vino y cuando ésta quedo vacía salí a la puerta a fumar un cigarrillo. Me temblaban las manos y no precisamente por el frió. Tenía en el bolsillo un paquete de chicles de menta, saque uno y me lo metí en la boca. A nadie le gusta besar a un fumador y yo ya estaba preparado para que eso pase.
Cuando menos me lo esperaba salió por la puerta principal. Lo vi aparecer adelante mío y me quede duro. Completamente helado. No puedo creer que no le vi la cara de sorpresa cuando se dio cuenta que estaba ahí. Al parecer me vio por una ventana y pensó que había alguien parecido a mí en la puerta hasta que pasé por segunda vez y me reconoció. Totalmente sorprendidos los dos nos abrazamos y yo con un hilo de voz dije ¨Estoy acá. Vine. Recién llego de 27 horas de vuelo”. Pobre inocente que aún no sabía la verdad que se escondía detrás.¨¿Qué querés tomar?¨ me dijo. ¨No sé, agua.¨ le dije. No podía pensar en algo más complejo que eso. Me invito una cerveza, me presento al elenco y dio por sentado que nos iríamos juntos.
A las 11 PM tocaron la campana del bar que indicaba que la última ronda de bebidas tenía que ser ordenada en el momento. La reunión había terminado y cada uno se iba a su casa. Bueno, menos yo que en lugar de volver al hostel me iba a SU casa. Nos perdimos el último tren así que tomamos uno que iba para otro lado y ya sentados en el vagón, nos encontramos enfrentados y agarrados de las manos. Le hice saber que vine hasta acá a buscarlo, me miro y me dijo ¨No puedo creer que estés acá. Estás loco¨. Por un segundo creí que había dejado de respirar y que mi corazón ya no estaba latiendo. Parecía que el tiempo se había detenido en ese momento, ese segundo clave donde un solo gesto de la otra persona puede definirlo todo. Al bajar del tren esperamos el bus en una estación oscura. No había un alma en la calle. Cada vez que lo miraba me preguntaba por adentro ¨¿Cuándo me va a dar un beso?¨. Lo vi guardar el protector labial de cereza en la mochila y pensé ¨Cereza. Mi favorito. Espero que me bese ahora¨. Casi como si me hubiese leído el pensamiento se acercó, lo agarre del cuello y nos besamos. Glorioso momento que confirmaba que todo estaba saliendo como quería. Seguimos camino a su casa, ya en el colectivo de doble piso, solos y sentados en el asiento delantero mirando hacia la calle nos acariciamos en una situación muy romántica. Yo con mi cabeza apoyada en su hombro, me deje llevar por el momento.
Llegados al hogar nos metimos en la habitación. Dejé mi ropa colgada por ahí y me metí en la cama mientras el se bañaba. Cuando volvió agarro la notebook y se puso a hablar con un amigo. Él estaba sentado a mi lado con un bóxer color bordó con elástico blanco de CK y yo estaba a su lado, casi desnudo, escuchando. Terminada la charla dejo la computadora a un costado y le hice masajes en la espalda hasta que se metió debajo del acolchado. Los dos unidos en caricias, abrazos y miradas. Lo escuche decir "mi amor" y me quede helado. No estaba seguro de que lo que estaba pasando era real. No podía creer que después de tanta espera finalmente estaba en Londres, a su lado, tal y como lo había soñado mil veces. Nos quedamos abrazados. Él parecía dormido pero yo no podía pegar un ojo. Cada tanto nos íbamos dando vuelta y aunque estuviéramos des enfrentados, uno siempre acariciaba al otro.
Eventualmente nos quedamos dormidos fundidos en un abrazo casi de cuerpo entero con las piernas entrelazadas y acariciándonos con los pies. Una noche inesperada.
Casi como una profecía de lo que alguna vez fue una fantasía, nos pasamos la noche abrazados, piel con piel, tocándoos y acariciándonos. Escucharlo decir ¨mi amor¨ me dejo paralizado. Me quede mirándolo hasta que despertó. Estaba con dolor de cabeza así que todavía en la cama le hice masajes en el cuello. Su cara de felicidad me lleno de alegría. Finalmente salimos de la habitación y me preparo el desayuno. Un típico té ingles con tostadas de pan dulce y manteca salada. Sacó unos mapas y me dio algunas indicaciones útiles de cómo manejarme por acá. Lo escuche sugerir actividades que podríamos hacer juntos y por un breve momento tuve la ilusión de compartir el viaje con el. Quién diría, meses atrás, que un día iba a vivir un momento tan especial con él, en Crystal Palace, a miles de kilómetros de casa.
Salimos del departamento y nos fuimos caminando hasta la estación de tren. Yo seguía sin entender todo lo que estaba pasando pero por sobre todas las cosas sin saber lo que iba a pasar. ¨Me hubiese encantado hacerte el amor anoche¨ dijo. Yo estaba agarrado de su brazo y le contesté que podríamos hacerlo esa misma noche. No fue sino hasta que le pregunte como se sentía conmigo estando ahí que iniciamos una de las charlas más intensas que jamás había tenido. "Desde que salimos de casa que no me soltaste el brazo..." y ahí pude entender que no estábamos en una novela, se trataba de la vida real, donde no todo es color de rosas."Estoy preocupado. Que estás haciendo con tu corazón?. Si vos ya sabes cómo son las cosas." Escucharlo repetir las mismas circunstancias por las cuales no podríamos estar juntos hizo que lo que fue un momento perfecto se convirtiera en una pesadilla. No podía entender como habíamos llegado a ese punto de discusión después de lo que habíamos pasado. Como se había transformado todo y como se había transformado él. Había estado reconsiderando su relación con su ex y conmigo seguía existiendo la diferencia de edad y de experiencias de vida que no separan. “Me gustas. Lo que conozco de vos me gusta … pero … que nos vimos ... cinco veces?” – me dijo. Al parecer él sabia separar las cosas y lo que le gustaba de mi no era suficiente. Despertar del sueño y entender que nada iba a cambiar, que la situación iba a seguir siendo la misma, que lo que para mí fue romántico para él fue solo calentura, me dejo hundido en la duda. Recuerdo algunas calles por donde pasamos pero por sobre todas las cosas recuerdo ese parque grande y verde donde me dijo ¨Querer no siempre es poder. Construiste solo y ahora se te está viniendo todo abajo. No pensaste en mí y me involucraste en todo esto. Como quedo yo si te pasa algo?¨ Por momentos todo parecía claro, yo solo había construido una historia y esta misma se estaba cayendo sin embargo no podía comprender como había pasado todo. Saqué mi mejor discurso y me defendí como pude. ¨Yo me jugué todo para venir hasta acá. Sabía que esto podía pasar y no me voy a morir. La vida sigue.¨ - le dije. Creí que estando en Londres no me iba a afectar su desinterés: Fue él el que me hizo ver que con esas palabras solo me estaba engañando a mí mismo. ¨Dejá de defenderte. Necesitas encontrar paz.¨- dijo.
Me fui en un estado muy extraño. Creí que podría separar las cosas y que quizás podríamos volver a repetir la noche que habíamos pasado. Lo salude con un beso como si no hubiese pasado nada. Más tarde le mande un mensaje preguntando si quería que buscara una habitación para los dos. Mensaje que nunca supo contestar.
Mi celular había muerto varias horas antes. En Argentina sabían que había ido a encontrarme con él y estaban todos preocupados porque no sabían nada de mi. Todos querían saber que había pasado. Como explicarles ?
Día 17
Llegó mi amiga de Suiza que venía a visitarme. La fui a buscar a la estación y nos fuimos al hostel. No podría haber llegado en mejor momento. Necesitaba la compañía de alguien que me conociera y que pudiera contenerme. Siempre le voy a estar agradecido por eso.
Me encontré paseando por una ciudad increíble, casi perfecta, llena de
vida y de historia. Mi cuerpo estaba en ese lugar pero mi mente estaba
aturdida, vagando por los recuerdos y tratando de reconstruir toda la historia.
Un sentimiento doloroso se apodero de mí y para cuando me di cuenta estaba
llorando por los rincones de Londres. Estaba acompañado y contenido por mi
amiga pero en el fondo estaba solo. Mi mente me
decía que tenía que dejarlo ir, que estaba muy lejos de mi gente, de mis
cosas y demasiado cerca de él. Me decía que tenía que dejar ir al amor de mi
vida, a esa persona con la que quisiera dormir el resto de mis días como
dormimos esa primera noche. Podía estar en el lugar más lindo del mundo que mis
ojos no podrían contemplar esa belleza. La tristeza lo había conquistado todo y
lo único que podía hacer era llorar. Llorar y pensar. Todo ese proceso fue
derivando en distintas conclusiones y conjeturas. Es posible que yo solo haya
construido semejante historia? Llegó mi amiga de Suiza que venía a visitarme. La fui a buscar a la estación y nos fuimos al hostel. No podría haber llegado en mejor momento. Necesitaba la compañía de alguien que me conociera y que pudiera contenerme. Siempre le voy a estar agradecido por eso.
Día 18 - Teatro y cena
Baron´s Court Theater. Londres, Reino Unido. 20 de Octubre 2012.
(Aun si pudiera explicar todo lo que sentí en la puerta de ese teatro no hay forma de que quien lea pueda experimentarlo de la misma manera.)
Llegamos con mi amiga al teatro y otra vez pude sentir esa sensación de saber que estaba cerca. Fuimos a la boletería y retiré las dos entradas que tenían guardadas para mí. Antes de viajar había donado plata a la productora de la obra a través de un sitio web a cambio de que me reservaran dos entradas. Además me enviarían una carta de agradecimiento firmada por el elenco y pondrían mi nombre en el panfleto que se entrega al entrar a la sala. Me había convertido en un benefactor de la obra y no me había dado cuenta que, probablemente, sería el único argentino en hacerlo. Esto podría levantar sospechas. Se prestaba a que el Director le cuente que tenía entradas para mí. Tuve que pedirle que no me envíe las entradas ya que no llegarían a tiempo y por ende no me quedó otra que explicarle que iba a estar ahí de sorpresa. Convenimos en que me dejaría las entradas en la boletería y que no le diría nada a él.
Nos sentamos en la primera fila. Siempre me siento en la primera fila cuando lo voy a ver al teatro y esta no iba a ser la excepción. Había una persona arrodillada frente a una cruz, vestida de monje. Sabía que era él. Con capucha y todo podía reconocer su cuerpo. El teatro era un lugar pequeño por lo que muchas veces las escenas se sucedían prácticamente arriba nuestro. La obra fue algo larga y estaba en inglés antiguo. Mi amiga se estaba quedando dormida y yo no podía sacarle los ojos de encima.
Cuando termino la función lo esperamos y ni bien nos vio nos invito a cenar. Todos los actores del elenco estaban esperando algún familiar o amigo. Él, que estaba solo, nos estaba esperando a nosotros. No contaba con su invitación. Después de la tensión en la última charla pensé que no volvería a acercarse a mí aunque debo admitir que si no lo hubiese hecho me hubiese disgustado. Nos fuimos los tres en busca de un lugar que estuviese abierto a esas horas. LLegando a la calle principal y bajo una tipica lluvia londinense, se acero con el paraguas y me dijo ¨No te mojes chiquito¨. Acto seguido se alejo y me dejo bajo el agua. Nunca me imagine que mi amiga se iba a levantar de la mesa y nos iba a dejar cenando solos. Ella se sentía mal y se quería ir. Así me encontré sentado en una mesa para dos personas, los dos frente a frente, en un restauran italiano, con velas, un clima romántico y sin otros comensales en el local. Mientras veíamos la carta para ordenar yo pensaba en cómo iba a terminar todo eso. Una situación por demás incomoda. Qué sentido tenía compartir un momento así con él si nada iba a cambiar. Llegaron nuestros platos y compartimos como si de una cena de pareja se tratara. No tenía ninguna intención de comer. Deje la mitad de los sorrentinos con crema y champiñones en el plato. Él había terminado el pollo al limón así que supo qué hacer con lo que yo había dejado. Una charla básica acompañó toda la cena. Su mirada fija me domina y me confunde. Los dos con la cabeza apoyada en la pared mirándonos. Yo jugando con el borde del vaso y el dándome un beso en la mano. Un beso por demás innecesario y fuera de lugar. Pedimos la cuenta y salimos del restaurante. Soho se caracteriza por ser la zona gay top de la noche Londinense. En frente había una disco muy animada. Pasamos por la puerta y lo escuché decir estas palabras: ¨Sábado a la noche.. en Soho... Yo que vos me quedo acá y me cojo un par de putos¨. Sugerencia por demás cruel. Quien podría decir semejantes palabras sabiendo que viaje hasta Londres a buscarlo, que quiero estar con él y que lo quiero. Basta un mínimo de empatía para saber que esas palabras viniendo de su boca iban a lastimarme. Atónito le conteste que de ninguna manera pensaba quedarme por ahí solo. Prefería volverme al hostel y así lo hice. Bajamos por la estación de Piccadilly Circus y estaban los dos metros en la estación. Me saludo con un beso furtivo en la mejilla y se fue. Así desapareció entre la gente mientras yo me metía en el vagón que me llevaría de vuelta.
A pesar de todo debo admitir que, hasta el último minuto, estuve esperando que me invite a dormir con él. Y muy probablemente hubiese caído en ese juego una vez más.
¨Lo menos que podía hacer para devolverte el gesto era compartir ese momento con vos¨ ... Lo menos que podías hacer para devolverme el gesto de haber venido a buscarte de sorpresa es acostarte conmigo la primer noche, abrazarme y decirme ¨mi amor¨ y al día siguiente decirme que estoy loco, que no queres nada conmigo, que ya estaba todo claro y que estoy construyendo solo porque veo lo que yo quiero ver ?
Yo no estaba dispuesto a seguir lastimándome y era hora de alejarme de él.
"Tenés razón en todo. Perdón. Yo quiero que disfrutes de todo, todo el tiempo. Vas a estar bien. Tenés la capacidad de resurgir de tus cenizas. Disfruta lo que te queda acá y vola por sobre tus limites" me contestó.
Mi amiga se volvía a Suiza y yo me quedaba solo por completo. Dos días enteros para seguir procesando todo lo que había pasado. Así decidí alejarme de Londres y fui a conocer Brighton, una ciudad muy tranquila, ubicada en la costa Inglesa. Me senté en la playa a contemplar la vista del mar, el cielo nublado y el horizonte tapado por la neblina. Parecía que el clima acompañaba mi estado de ánimo. Caminé por el Brighton Pier mirando el mar verde por debajo de las tablas del muelle y vi todos los juegos típicos de una ciudad que se llena de turistas en cada verano pero que en esta época estaba desolada. Casi entristecida. Recorrí las típicas calles pequeñas de una ciudad europea y seguía pensando una y otra vez en él.
Volví a Londres y esa misma noche, ya sin compañía, me acerque a ese restauran donde habíamos cenado. No sabía si lo buscaba a él o al recuerdo de la última cena. Me acerqué a la puerta y mire para adentro pero no estaba. El local estaba prácticamente vació. Vi la mesa donde nos habíamos sentado. Sola. Con una vela en el medio y dos copas de vino esperando que dos personas se sienten una vez más.
Estaba todo tan claro y tan a la vista que no podía entender como no había podido verlo. Yo solo había construido la imagen de la persona que quería tener a mi lado y no estaba viendo a la persona que existía en la vida real. Me había enamorado de la persona que vivía en mi mente y cuando esa imagen se disolvió me di cuenta que a la otra persona no la conocía y que lo poco que conocía no me convencía para nada. Asimilar todo esto puede ser difícil pero también es aliviador.
Me fui acomodando pero nunca deje de pensar en todo lo que paso. Sigo repitiendo una y otra vez las mismas escenas y sigo tratando de entender que paso. Como un día me tome un avión hasta Inglaterra para ir a buscar a una persona que apenas conocía, que me había dicho que no quería nada de mí, que solamente nos habíamos besado unas cuantas veces pero que en el fondo.. Y de una manera inexplicable.. Solo yo sé lo que sentí en esos momentos. A caso podía estar tan equivocado ?
Voy pasando por distintos estados de ánimo y distintas conclusiones. Hay días que creo que solo se trata de una persona histérica, hay días que creo que sea lo que sea hay que dejarlo atrás, hay días que creo que si siente algo por mi pero que no se está haciendo cargo y hay días que solo quiero que me llame y me hable.
Sigo sin entender como pasaron algunas cosas. Sigo sin entenderlo y sin entenderme. Y quizás nunca llegue a hacerlo o quizás mi mente me siga engañando con una imagen errónea.
Lo único que puedo hacer en este momento es mantenerme alejado pero en el fondo lo único que quiero es estar cerca de él. Ahora.. La gran pregunta es.. Cerca de la persona que creo que es.. O cerca de la persona que realmente es ?
Si no lo conozco, si la imagen que tengo la construí yo solo, entonces: ¿Por qué siento ese vació y esa tristeza en mi ser? ¿Por qué siento que perdí algo que nunca tuve? ¿Por qué no puedo borrarlo de mi vida? ¿Por qué no puede ser pare de mi vida? ¿Por qué no puedo ser parte de la suya? Sus respuestas no me convencen. Mi cabeza no para. ¿Qué pasa si esto no se termina nunca?
Hoy solo necesitaba que me diga algo. Quizás sea hora de entender que no hay nada más que hablar. No hay nada que decir. NO HAY NADA.
Me arrepiento de haberlo besado, de haberlo abrazado, de haberlo mirado a los ojos, de haberlo acariciado, de haber dormido con él. Me arrepiento porque quisiera hacerlo el resto de mi vida y no puedo. Me arrepiento de no haber escuchado y de haber sido tan necio. Quisiera volver el tiempo atrás y no escribir ese primer mensaje que alguna vez le mande. Quisiera aprender de mis errores y no volver a cometerlos.
No queda más que la cruda realidad. Sufro en mi abstinencia para dejar de sufrir por tu ausencia. Y es que en definitiva, nunca estuviste.
Podes correr, podes esconderte, podes aplazarlo, podes hacerte el boludo de mil maneras distintas pero SIEMPRE te va a encontrar y tarde o temprano vas a tener que pasar por el proceso de DUELO.
Pasando por las distintas etapas de este inevitable momento voy recordando las mismas vivencias una y otra vez. Siempre iguales en lo concreto pero siempre distintas en la interpretación. Revivir toda la historia remueve sentimientos de todo tipo. Felicidad, cariño, ilusión, angustia, dolor, duda, rencor, esperanza.
Recordar a una persona todos los días puede ser agotador. A diferencia de aquellos que dejan de existir en este mundo, el duelo amoroso nos obliga a convivir en el mismo plano con esa persona. Es la esperanza el peor de los males para quien no puede dejar ir al otro. Es sentir en todo momento que perdiste algo. Y aún si nunca fue tuyo, el duelo puede aparecer por haber perdido la ilusión de que así lo fuera. Se trata de dejar ir lo que no es, no fue y no será. Se trata de aceptar la realidad tal cual es para poder seguir adelante. NUNCA se trata de regodearse en el dolor más si de atravesarlo lo mejor posible hasta que el proceso llegue a su fin.
¨Las cosas que pensamos, decimos y escribimos siempre generan algo en el universo. Nunca quedan en el éter¨
Visto que todo queda en algún lado y todo produce algo me parece que este es el lugar indicado para hacer esta reflexión final.
Después de varios días de pensar y darle vueltas al mismo asunto que me aqueja desde hace meses por fin pude encontrar la explicación que me estaba faltando. Como dije anteriormente, creo que las cosas en la vida pasan por algo y creo que todas las personas que conocí me sirvieron para aprender algo.
Cuando decidí viajar a Londres sabia que me estaba metiendo en una experiencia al límite y a pesar de todo elegí seguir adelante y así un día me tome un avión para ir a buscar a un tipo que no conozco, a un lugar que no conocía, arriesgando absolutamente todo. Lejos de estar completamente loco, viaje sabiendo que estaba dispuesto a pasar lo que tuviese que pasar y que el miedo en si no me iba a limitar. Sabía que estaba dispuesto a aceptar el peor de los escenarios y que a pesar de todo iba a estar bien.
Hoy, escribiendo el ultimo de mis relatos sobre esta experiencia, puedo decir que NO ME ARREPIENTO DE NADA. Nunca hubiese aprendido tanto si no hubiese tenido el valor de vivir todo lo que viví.
Desde el momento que dije ¨Te quiero¨ en voz alta y mirándolo a la cara me di cuenta que no lo sentía pero todo quedo claro cuando dijo ¨Vos me decís que me queres... pero... ¿Qué me queres si no me conoces?¨. Ese fue el detonante de la reflexión posterior que me llevo a darme cuenta que tenía razón. Solo se trata de un amor idealizado. Pero claro ... me dejo pensando ... ¿Entonces qué es lo que siento? No fue sino hasta que entendí que tenía un apego emocional por la imagen que yo solo había creado de él que pude liberarme del peso que llevaba. Entender esto fue el alivio más grande que pude encontrar. Volví a reírme como antes. Volví a ser yo. Puedo decir que aún si hubiese querido algo de mí, no hubiésemos funcionado. No por la diferencia de edad, no por estar en momentos diferentes de la vida sino porque, en el estado alterado que estaba mi mente, nunca hubiese disfrutado de nada y hubiese sido mi propio obstáculo.
Cuando te apegas a una persona dejas de ser vos mismo. Cuando encontrás la explicación que te falta y entendés la situación... Es ahí cuando podes dejar ir al sujeto al que estas emocionalmente apegado. Esa liberación te permite encarar una nueva relación desde un punto de vista distinto y probablemente más sano. Y creo que es el momento ideal para dejar ir este capítulo y encarar uno nuevo con otra perspectiva. Habiendo aprendido de esta experiencia.
No hace falta ser Escorpión para renacer de las cenizas. Basta con ser una persona psicológicamente sana y con voluntad y ganas de vivir para sobreponerse a las adversidades. Sobre todo cuando es uno mismo el que las genera. Somos nosotros mismos los que nos hacemos daño y solo nosotros podemos librarnos de eso. No necesitamos a nadie. Elegimos a esa persona y la preferimos pero podemos vivir sin ella y ella puede vivir sin nosotros.
A veces nos encontramos en las situaciones más difíciles o más extrañas y somos nosotros los que podemos elegir pasarlas lo mejor posible o hacer de esa situación una pena eterna.
Lo que no te mata NO te hace más fuerte. Te deja lastimado y dolido. Lo que fortalece es levantarse, aprender y seguir adelante.
LO QUE NO TE MATA, TE ENSEÑA !
Finalmente vuelvo a ser fiel a mis principios y deseos. Hoy me siento en paz, libre y feliz.
GRACIAS. Eso es lo único que le puedo decir. Gracias por ser parte de mi experiencia de vida.
Adiós.
RobertinoGio.
Me encantó cada palabra que escribiste, es muy profundo lo que transmitis!
ResponderEliminarGracias ! Te invito a que lo compartas. Espero que mis publicaciones futuras te gusten también. Saludos!
EliminarCompartida :)
ResponderEliminares de una persona con mente grande no sentirse loco ni arrepentido sino feliz por transitar las experiencias de la vida y que a pesar de todo solo puede sentirse agradecido.. y seguir agradeciendo
ResponderEliminargracias porque transito sentimientos similares pero vos lo pusiste en palabras que hacen ver las cosas un poco mas claras
todo cambia y la vida te dara muchas nuevas experiencias
Cada vez que lo leo me emociona, me pasan muchas cosas parecidas pero por alguna razón no las puedo materializar en palabras... ser adolecente, vivir en un pueblo de mierda y además sentirse vacio, es literalmente, vivir un infierno. Quiero gritar a los cuatro vientos: SI GENTE, SOY GAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAY. La soledad es ardua de llevar :(
ResponderEliminarMirá lo mejor que te puedo decir es que busques la manera de salir del closet. La liberación que vas a sentir es una de las mejores cosas de la vida. Si te sirve de algo, yo lo conte por mail. A mi familia y mis amigos. Un grupo por vez. Probablemente sea el miedo al rechazo lo que te impide liberarte pero tarde o temprano vas a tener que superarlo y vivir tu vida en paz. Si necesitas hablar con alguien y no tenés con quien, hay miles de grupos que te pueden ayudar.
EliminarEs que ya sali del closet hace rato, con mis amig@s esta todo ok, pero nose, cuando estas en un determinado lugar con gente que no sabe que sos gay y sale el tema... algunas personas dicen "yo lo respeto, pero eso no me quita el asco", entonces eso me pone re mal y nose si esa intolerancia está en todos lados, si le ha pasado a todos en algun momento o si estoy muy perseguido :/. Acá no hay grupos de reflexión, nada de nada.
EliminarBueno en ese caso te diría que si esas personas te importan, les hagas saber que sos gay. Que piensen lo que quieran pero que no te hagan sentir mal si les importas. Si son personas desconocidas hacé caso omiso del comentario y seguí tu vida sin darle demasiada importancia. No todos vamos a pensar igual. La intolerancia existe y probablemente siga existiendo. Lo importante es mantener el respeto y la libertad. O bien podrías enfrentarlas y decirles que sos gay pero eso podría generar una discusión que quizás no quieras tener. Al menos así lo veo yo. Con respecto a los grupos, si no hay uno presencial, busca en internet alguno que te pueda ayudar a distancia o bien algún amig@ gay con quien entenderte.
Eliminarsi, es todo tan complicado...
EliminarExcelente Rob, describis de manera que haces sentir a cualquier persona puede vivirlo como propio! Felicitaciones!!!
Eliminarme mataste... toy llorando mucho y no puedo parar!
ResponderEliminarDescribiste a mi história aqui:
"¿Entonces qué es lo que siento? No fue sino hasta que entendí que tenía un apego emocional por la imagen que yo solo había creado de él que pude liberarme del peso que llevaba. Entender esto fue el alivio más grande que pude encontrar. Volví a reírme como antes. Volví a ser yo. "
La verdadera razón por la que vine a Bs. As. la primera vez de vacaciones estaba a punto de darme cuenta de lo de arriba. En otro momento te cuento!
Y tbn aqui:
"Cuando te apegas a una persona dejas de ser vos mismo. Cuando encontrás la explicación que te falta y entendés la situación... Es ahí cuando podes dejar ir al sujeto al que estas emocionalmente apegado."
Pasa que ahora felizmente estoy en esto:
"Esa liberación te permite encarar una nueva relación desde un punto de vista distinto y probablemente más sano."
Escribis muy bien, disfruté cada palabra. Cuando ya no te duela podrás pensar en la obra de teatro. Besos.