Sin lector

Saber que no te lee nadie es tan liberador como frustrante.

Es sentir la libertad del espacio propio pero a la vez publico donde podes escribir hasta morir sin que una sola de todas esas palabras sea procesada por otro ser humano.

Es jugar al limite con dejar salir lo inimaginable, eso que no queres decir pero queres que todos sepan. Saber que no lo va a leer nadie pero que existe la posibilidad de que lo lea todo el mundo.

Es el EGO el que te hace sentir la frustracion de la escritura infructífera jamas leída. Y es que al fin y al cabo todos sabemos que aquel que comunica lo hace indefectiblemente para que su mensaje sea recibido.

No hay comunicacion si el mensaje no llega a su receptor y tampoco la hay si este no es capaz de decodificar el mensaje.

Este es un mundo donde los pensamientos quedan flotando a la espera de ser interpretados por alguien.

Aquí yacen las ideas de un hombre común y corriente. Uno mas del montón. Pero uno solo, único e irrepetible.

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