En escena

Ese maravilloso momento en el que desaparecen las personas, las caras, las historias. Un transito entre la realidad cotidiana y la ficción. Donde los actores dejan de ser quienes son y encarnan un personaje. Baja la luz. Todo parece ir mas lento casi hasta llegar a la quietud misma. El silencio marca la transición y el sonido da comienzo a la magia del drama. Aparecen las sombras, las voces y el movimiento. Los cuerpos ya no le pertenecen a los actores sino a los personajes encarnados que vienen a contarnos una historia. La energía de cada cuerpo y cada alma  viaja por el espacio y nos alcanza un mundo de emociones. El espectador cree que esta mirando pero la experiencia requiere mucho mas que ver, se trata de poder descifrar el mensaje como si de un lenguaje emocional o sentimental se tratara. La comunicacion trasciende la palabra y entran en juego la energía, el movimiento y el sonido.

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