Sueños de libertad

Un día soñé que era libre.

Soné que podía recorrer el mundo sin preocuparme. 
Soné que mis mejillas no habían conocido el salado de las lágrimas.
Soné que podía enamorarme sin equivocarme.
Soné que no existía el dolor, la tristeza y la des esperanza.
Soné que el mundo era pasión y amor.
Soné que no existía el dinero, las obligaciones, los compromisos, el trabajo.
Soné que todos reíamos y jugábamos como niños.
Soné que no había partidos políticos, ni gobierno, ni guerras, ni hambre.
Soné que no había enemigos, ni traiciones, ni desilusiones.


Un día desperté y recordé que soné que era libre.

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